Seiyū: Eriko Matsushima
En realidad, nunca se la ve en la serie, excepto como una silueta oscura detrás de una pantalla de papel que siempre está girando en su habitación. Ocasionalmente notifica a su nieta cuando llega una petición y le prepara el kimono con flores que suele usar cuando ejecuta una venganza. Ella no habla con nadie excepto con Ai, Hone-Onna e Ichimoku Ren se sorprenden al oír que quería hablar con Shibata Hajime. Solo una persona ha podido observar como es realmente la abuela de Ai, pero esta al abrir las persianas corrió aterrorizada, lo que implica que su apariencia puede ser diferente a la humana.
Seiyū: Kanako Sakai
Una chica enigmática presentada en Jigoku Shōjo Futakomori. Poco se sabe sobre ella, excepto el hecho de que no es humana. Puede deambular libremente entre el plano mortal y la casa de Ai en el mundo del crepúsculo, a veces interfiriendo con el trabajo de ella y sus compañeros; en un caso, llevo a un humano al mundo del crepúsculo como travesura. Kikuri tiene cabello corto de color negro y sus ojos son completamente morados, su personalidad es mucho más infantil que la de Ai. Es muy fastidiosa y ninguno de los ayudantes de Ai la toleran, solamente Wanyūdō. A pesar de que causa estragos libremente, solo recibe órdenes de Ai. Después se revela que Kikuri es el anfitrión de la voluntad de El Dios del Infierno, que puede tomar su cuerpo cuando lo desee. Por lo tanto, se vuelve cuestionable cuántos de sus actos maliciosos fueron por su propia voluntad y cuáles fueron instigados por su maestro. Algunos de sus actos podrían haber sido asegurar que los clientes de Ai tiraran de la cuerda y enviaran a su torturador al Infierno. Sin embargo, ella todavía es compasiva, mostrando un breve episodio de dolor inmediatamente después de la muerte de Ai. Aparentemente no es consciente del hecho de que es anfitriona de El Dios del Infierno, ya que simplemente expresa una sensación de sentirse enferma antes de ser poseída.
Seiyū: Hidekatsu Shibata
Una araña de colores extraños con tres ojos sobre su abdomen, que aparece en el mundo donde reside Ai. Habla con la voz de hombre y aparentemente es el superior de Ai, ya que fue quien le encargó a Enma Ai la tarea de enviar las almas al Infierno, como castigo después de que ella mató a la gente de su pueblo. Parece estar reteniendo a las almas de los seres queridos de Ai (sus padres) como rehenes. Si Ai no hace la tarea que le han encomendado, La Araña ha amenazado con que sus padres vaguen en la oscuridad por la eternidad. Más adelante Wanyūdō hace saber que la araña es el dios del infierno.
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