Michiru Sagae (寒河江ミチル)
Seiyū: Watada Misaki
Michiru es una misteriosa joven que aparece repentinamente ante Ai y sus compañeros en Jigoku Shōjo Yoi no Togi. Parece que no recuerda quién es ni de dónde vino, además de ser sobrenatural. Michiru cuestiona la moral del trabajo de Ai como Jigoku Shōjo, y también la fea verdad de la naturaleza humana. Tiene el pelo corto de color verde azulado, ojos verde jade; con una marca debajo de su ojo derecho y en su cuello. Su atuendo es un vestido verde de manga larga, con polainas blancas que cubren sus piernas.
Con el tiempo Michiru recuerda lentamente todo sobre ella. Su nombre era Sagae Michiru, la hija de un hombre de una compañía eléctrica en un pequeño pueblo. El hijo del propietario (que fue influenciado por los celos de sus padres), la obligó a seguirlo a él y a sus dos amigos a un estanque en el bosque. Los tres muchachos intentaron ahogarla, pero fallaron cuando Michiru logro liberarse y durante la lucha, el suelo debajo de ellos colapsó, causando que todos cayeran, y Michiru fuese la única que sobrevivió. Después de la muerte de los muchachos, la gente del pueblo pronto se volvió hostil hacia ella y su familia, culpando a Michiru por sus muerte.
Michiru fue engañada por un aldeano que la mantuvo encerrada en un almacén durante diez días; lo que empeora la condición de la salud de su madre. A pesar de estar desnutrida, se las arregló para colocar una campanilla de viento fuera de una ventana con gran esfuerzo, lo que permite a sus padres encontrarla. Sin embargo, los aldeanos descubrieron que se habían reunido; un aldeano atacó al padre de Michiru con una palanca, causándole heridas graves en la cabeza que lo mata al instante. Dirigidos por el propietario, los aldeanos mojaron gasolina dentro del almacén, prendiéndoles fuego para acecinar a Michiru y sus padres. Antes de morir, la ira de Michiru había culminado en un poderoso rencor que había prendido fuego a toda la aldea y a todos los habitantes. Al presenciar lo que ha hecho, Enma Ai revela que ha cometido un pecado imperdonable, uno que debe expiar; como la próxima Jigoku Shōjo.
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